COLUMNA / 6 ERRORES MÁS COMUNES A LA HORA DE CUIDAR LA PIEL CON ACNÉ
Si sufres de acné, es muy importante adaptar adecuadamente tu cuidado facial y saber qué productos e ingredientes usar, cómo y con qué limpiar la piel y cómo cuidarla de la manera más suave posible. Conoce a continuación cuáles son los errores más comunes en el tratamiento y cuidado diario de las pieles con tendencia acneica. Desde su experiencia profesional, te los trae Marta Corbera Moreno, farmacéutica.
Por: Marta Corbera Moreno, farmacéutica cotitular en Plemum farmacia
- Utilizar productos demasiado agresivos con la barrera cutánea
El sebo es indispensable en cualquier tipo de piel, incluyendo piel grasa o acneica. Este sebo es el que impide que la piel se reseque por eso es importante mantener un mínimo de esta grasa en la piel. Las pieles con acné tienen el problema de sufrir un exceso de producción de sebo por lo que habría que utilizar productos que controlen esa sobreproducción en lugar de eliminar la grasa por completo. Sería interesante utilizar productos de hidratación ligera (con poco contenido graso) que incluyan Niacinamida, un activo regulador de la secreción sebácea.
- No complementar la rutina cosmética con ingredientes calmantes
La piel acneica suele ser una piel inflamada que muchas veces cursa con rojez e irritación. El aspecto rojizo en una zona determinada de la piel puede asociarse a un futuro grano. A veces toda la piel está ligeramente enrojecida y esto puede deberse a que los lípidos sintetizados en exceso pueden ser irritantes. Es recomendable utilizar algún cosmético hidratante que incluya ingredientes calmantes como: bisabolol, pantenol, alantoína, extracto de regaliz.
- No proteger la piel del Sol
Según el tipo de acné, si la piel presenta inflamación, la exposición al sol sin la adecuada protección puede desencadenar en la aparición de hiperpigmentaciones postinflamatorias (HPI), más conocidas como “marcas de acné”. Es imprescindible tomar el sol con una protección solar adecuada, buscando formulaciones bajas en lípidos. El sol tiende a mejorar el acné, aunque en ciertos casos las lesiones empeoran pasado un tiempo después de la exposición.
Esto es debido a que el sol aumenta el grosor del estrato córneo y la grasa no sale bien del poro. Cuando la piel deja de recibir radiación solar el estrato córneo adelgaza vuelve a su espesor normal y sale toda la grasa acumulada durante el verano. Este fenómeno se conoce como «acné de rebote posvacacional».
- No hidratar la piel correctamente
Muchas personas tienen el concepto erróneo de que las pieles grasas o acneicas no necesitan hidratación. La síntesis de grasa en exceso no tiene relación directa con la hidratación de la piel, incluso se pueden encontrar pieles acneicas deshidratadas. Por tanto, es aconsejable un cosmético hidratante con un contenido bajo en lípidos, pero no inexistente ya que este contenido graso mantendrá el grado óptimo de hidratación cutánea.
- No limpiar la piel a diario
En una piel grasa es imprescindible el hábito de limpieza para evitar la acumulación de sebo en la superficie de la piel. No se recomienda un limpiador con demasiada detergencia porque eliminaría toda la cantidad de grasa de la piel estropeando el manto hidrolipídico y la función barrera. El producto de limpieza debe elegirse cuidadosamente, evitando jabones y surfactantes agresivos.
- Utilizar exfoliantes demasiado agresivos
En este tipo de pieles es aconsejable utilizar un cosmético exfoliante al menos una vez a la semana para ayudar a eliminar las células muertas más superficiales del estrato córneo. De esta manera se evitará la obstrucción de los poros y la formación de nuevos granos. Hay que evitar exfoliantes físicos o particulados que pueden dañar las lesiones o abrir los granos que ya existan en la piel. La mejor alternativa es incorporar un exfoliante químico formulado con ácido glicólico o ácido salicílico.